Ascensión al Cabezo (Montañismo)

En esta nueva entrada os voy a explicar la aventura que supone subir a la montaña del Cabezo. Está en Avila (mas concretamente en Mijares, en la sierra de Gredos).En realidad existen 2 Cabezos que son el Cabezo de Mijares que tiene 2188 metros de altitud, y el Cabezo de Gavilanes que tiene 2190 metros de altitud. En la expedición merece la pena subirse los dos Cabezos por lo increible de sus vistas. En cada pico de esta montañas hay un punto o torreta que da a entender que se ha llegado hasta su cima. Yo lo hice 3 veces sino me acuerdo mal, y es una experiencia única, porque ademas tienes que subir antes otras montañas como la Peluca de 2057 metros que me encanta. Lo malo de esto , es que lo hice yo solo y esto es una imprudencia por mi parte. Hay que hacer expediciones montañisticas al menos 3 personas, por si una se pone mala o se accidenta, la otra le ayuda, y la 3ª baja a pedir ayuda a los pueblos mas cercanos. Yo subí al Cabezo desde el pueblo de Mijares:

Cogí la carretera del Puerto de Mijares hasta un lugar llamado el Horcajo, luego gire a la izquierda y por una pendiente demasiado pronunciada subí hasta la Peluca con mucha paciencia. Se tarda 4 horas en subirla.Sus vistas son increibles. Luego en ella, voy camino del Cabezo de Mijares, donde las vistas de Gredos y del valle del Tietar son de pelicula. Luego me dirijo al Cabezo de Gavilanes donde desde un lado se contempla lo mismo y por el otro el pueblo de Serranillos. Son vistas espectaculares la verdad y hay que tener mucho cuidado para no caerse por el barranco o precipicio tan magistral que allí se encuentra. Luego allí descanso y como un poco disfrutando a la vez de las preciosas vistas.Ya de vuelta, en vez de darme la vuelta por miedo a bajar la montaña de la Peluca, me bajo del Cabezo de Gavilanes hasta el risco de Miravalles de unos 2000 metros aprox. De allí, bajando una interminable bajada llena de piornos y piedras escabrosas me dirijo hasta la pista forestal que me conduce al pueblo de Gavilanes y finalmente a Mijares. Cada vez que hacia esta salida, me levantaba a las 8 de la mañana y venía a las 22:00 de la noche. Vamos todo una aventura. Y como anécdota, siempre que hacia esta salida, me hacia una ampolla en los pies que me tardaba una semana en curar.