El virus del sida (VIH) resulta infeccioso en agujas usadas cuando se inyecta en humanos porque en este caso puede unierse a células T y empezar a replicarse. La célula T humana es un huésped muy específico del VIH. Cuando un mosquito se alimenta de una persona con sida en la sangre, El VIH penetra en las vísceras del mosquito, que no contienen células T humanas. Portanto, el virus no encuentra ningún huésped en el que replicarse, y el aparato digestivo del mosquito acaba en él.
Por el contrario, el parásito unicecular que causa la malaria puede sobrevivir y multiplicarse en las vísceras del mosquito y madurar hasta hacerse infeccioso. Entonces, los esporozoos migran a las glándulas salivales del mosquito. Como los mosquitos inyectan saliva cuando pican, el parásito se transmite al siguiente humano del que se alimente el insecto. En este caso se precisa una interación compleja entre el agente infeccioso y el vector (el mosquito) para que ocurra la transmisión. El VIH, en cambio, se deteriora en los insectos antes de que el mosquito vuelva a picar y, por tanto, no se transmite a la siguiente víctima del insecto.
Laurence Corash, responsable médico,
Cerus Corporation,
Concord, California.
domingo, 22 de marzo de 2009
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2 comentarios:
muy interesante. no sabía de este mecanismo de destrucción del VIH. sería una catastrofe si se mantuviera vivo en el mosquito. leila
Que razón tienes.
Un saludo del Guindi.
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