Los estudiosos han realizado una serie de experimentos para saber si los humanos poseen un sentido parecido a una brújula, pero no han llegado a ninguna conclusión. La opinión casi unánime de los expertos sostiene que no existen signos convincentes de que contemos con algo así. En cambio, hay evidencias palpables de que muchos insectos, aves y reptiles disfrutan de ello, aunque aún no se sabe con claridad en qué circustancias lo usan.Disponer de un sentido de brújula no es igual que contar con un instinto de orientación muy desarrollado, porque saber dónde está el norte no sirve para nada si se desconoce si nos hallamos al norte, sur,este u oeste de casa. Muchos animales, incluidos los humanos, saben dónde se encuentran ( y por tanto, como regresar a casa) con un método que se conoce como estimación. Es decir, a medida que se desplazan, recuerdan cada uno de sus movimientos y suman todos ellos para deducir el cambio global de posición.
La estimación no sirve, en cambio, cuando la gente o los
animales se desplazan en condiciones en las que les resulta imposible determinar la velocidad y la dirección del movimiento. Sin embargo, muchos animales ( los mas llamativos son las palomas mensajeras) son capaces de deducir dónde se encuentran incluso después de desplazamientos de ese tipo. Como lo consiguen sigue siendo un misterio a pesar del inmenso trabajo experimental que se ha realizado sobre este fenómeno.
C. Randy Gallistel, profesor de Psicología,
Universidad de California, Los Ángeles.

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